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Fragmento de "Dolor tras dolor"
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"¿Dónde el mal, sus revólveres, sus llamas?
La sirena se arroja,
Va tras la salvación,
Con apremiante angustia"
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"Clamor: a la altura de las circunstancias", 1963. Jorge Guillén
Pela con el aire una cáscara, y corta -tanto silencio desprendido del frío-
El derramado grito en la noche de la duna diürna, pela una cáscara azul.
Lucha un hombre en su espacio, instalado en la duda (inevitable),
Mientras un cuchillo penetra metafísicamente en dirección al centro
Neurálgico de las preguntas, a pasos agigantados.
¡Oh, maldición!
Lucha un hombre en su cuerpo pequeñito de crisálida,
Llamando a su madre, mientras un espasmo por su boca (un río)
Al aire sangra. Y en la tarde una paloma sacude de sus plumas sus plumas
Geométricas y perfectas, de pétreos cristales (arcanos y mutantes)
O signos del discurso de Tales de Mileto, o la decadencia del hombre:
¡Observemos el mundo!
O la transmutación. O la diversidad. O la mundología:
Espejismo del ente condenado a vivir sin respuestas.
Observemos nuestro mundo, nuestros versos de plomo:
Pesan y pesan, y sopesan la emboscada, que unas veces es la propia
Y otras veces es la ajena. Yo maldigo mi pluma de pluma:
Pétrea, pasiva, lenta, fantasiosa, mitómana, burguesa,
De estética greco-egipcia, de arquitectura escultórica,
Que no tiene sangre en las venas, porque la sangre es un río
Que fluye por las calles que estallan, que brota como espigas de niebla,
Que chilla “Dolor tras dolor” en una esquina palestina.
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poessia
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